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Colegio República de Colombia I. E. D.       Lic. Liliana Tovar B.       Folleto para padres y maestros    -      Agosto 2016

"COMO EVITAR LA FORMACIÓN DE HIJOS DELINCUENTES"

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Desde su infancia, acostumbremos al niño a decirle un sí o un no cuando éste se ha­ga necesario, para que vaya entendiendo que el mundo no se lo debe todo.

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Nunca le celebremos las groserías, malos modales y payasadas que vayan deforman­do su personalidad y

orientémoslo desde su más tierna infancia en los principios de la moral, la trascendencia de una vida espiritual y no esperemos que él tome decisiones por caminos que le pueden ser fatales; enseñémosle el rec­to uso de la libertad.

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Evíte todo disgusto, discusión o pelea en­tre los cónyuges delante de los hijos, porque esto no resuelve nada y  sí  es un mal ejemplo para ellos. 

Tampoco apoye  las discusiones o altercados entre compañeros. Enséñeles a encontrar la ra­zón y a resolver sus con­flictos.

Insístales en el respeto por la autoridad, ya que ella viene de Dios.

 

En cuanto al dinero, vestido, alimento o cualquiera otro gusto que esté fuera de lo ordinario, restrínjale y proporciónele lo estrictamente necesario, para que el niño aprenda a educar la voluntad y a controlar sus instintos, adquiriendo con esto un ma­yor valor y sentido de las cosas.

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Para evitar el aburrimiento en la casa, programe actividades que los motiven a desarrollar su creatividad y no  les permita estar ociosos por mucho tiempo.

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Tomado del libro

"Seamos Mensajeros de la Educación"

Victor J. Parra

RESPUESTA INTEMPERANTE

A LOS PADRES DE FAMILIA

 

Con mucha frecuencia estamos oyendo a los padres de familia quejarse del comportamiento de los hijos, veamos las causas:

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Existe por desgracia en una mayoría de pa­dres, un tremendo hermetismo hacia los hijos, una falta de sinceridad, una extravagancia hacia los hijos; lo cual hace que se produzca en cada indefenso ser el silencio como una respuesta a esa imagen que por largo tiempo vienen experi­mentando de sus progenitores.

 

Entonces tendre­mos que decir, que son ustedes los que han roto de tajo, esa posibilidad de comunicación con los hi­jos, medio tan importante para que la armonía, la confianza y el diálogo sean la piedra angular de todo hogar consciente de su misión procreadora y educadora de los que serán la continuación de sus vidas.

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Concepto de autoridad

 

Qué lejos vemos a los padres de familia de lo que significa autoridad.

 

Verticalidad, horizontalidad. "Yo mando, ustedes obedecen". Autoridad significa servicio, co­laboración, para un mayor desarrollo de los inte­reses del hogar.

 

¡Cuántas veces pensamos que mantener la autoridad es dominar la situación! Cuántas veces se quejan ustedes que han sido re­chazados por sus hijos, que no reciben sino me­nosprecios.

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¿Será que los hijos tienen que aguantar todo? ¿O será que ellos no son personas con sentimientos y con sensibilidad, que también pueden ser destrozados y heridos en la intimidad de su ser?

 

Tal vez sea ridículo pen­sar y no pocas veces oír de los padres:

 

“Tenemos derecho a su confianza” como si la confianza fue­ra una herencia que se adquiere por derecho pro­pio.

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La confianza es un don que se tiene que ir conquistando como respuesta a ese algo que se da espontáneo.

 

Por eso, cuando los padres de fa­milia se quejan de no tener la confianza de sus hijos, ellos mismos se están condenando, pues no fueron capaces de sembrarla ni de crear el clima en el que la confianza pudiera desarrollarse.

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Por tanto: es triste decirlo, pero, son los padres de familia responsables de ese silencio, porque su au­toridad siempre fue manifestada a través del mie­do al futuro, miedo al que dirán, miedo a la cen­sura de sus hijos, miedo a la personalidad de sus hijos, miedo a su autonomía (cuando ustedes ya no les serán indispensables), miedo al hijo extravia­do, miedo a la hija embarazada, miedo al escándalo público,  miedo a dialogar.

 

Se refuerzan las posiciones, no desde la libertad in­teligente, ni desde el amor, sino desde el poder y las actitudes agresivas y cuando han creado esa situación, quieren exigir a sus hijos que sean ellos los primeros en tender el puente levadizo de comunicación.

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Ahora, podríamos preguntar:

 

¿Cuántos de ustedes conocen plenamente a sus hijos?

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¿Cuántos de ustedes se han preocupado por conocerlos que no sea por caminos extraños como la pregunta al profesor o las entrevistas

con el orientador.

 

Como el acercamiento, la comprensión, el diálogo, sin intermediarios e imágenes prefabricadas, ¿En realidad que es lo que a ustedes les interesa de sus hijos?  Un poco de salud, los primeros puestos en clase, el futuro visto más bien con un aspecto egoísta y de interés personal más que por el propio bien de sus hijos.

 

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